Por Claudia Jimen
Alguna vez intenté buscar respuestas rápidas ante incógnitas enormes. Me viví queriendo saber más de mí a través de la magia, de los libros express, de las respuestas instantáneas.
En aquella época no sabía que buscaba, solo percibía un dolor inmenso que quería dejar de sentir. Sabía lo que ya no quería ser, más no sabía quién quería ser, y mucho menos quien era en realidad. Alguien me recomendaba psicoterapias una y otra vez, y yo sabía que eso implicaría tiempo, lejanía de un bienestar y sobre todo tener que contar mi historia.
Pasó mucho tiempo para entender lo que hoy te propongo entender. Entendí que los tiempos son relativos y son momentos de cada uno, son pausas y recorridos que cada uno sabe a qué velocidad generar. Mi tiempo fue suficiente. Fue el tiempo que tenía que transcurrir para darme cuenta quien era Hoy.
Un día leí parte de un texto que una persona que quiero y admiro dejó sobre mi escritorio: "PELANDO LA CEBOLLA", enmarcaba el título de dicho texto.
"Si me viera como una cebolla, podría entender mis corazas y saber que yo soy parte de un proceso de quitar capas para llegar una esencia plena, en donde se logra ser uno mismo, conocerse, respetarse y valorarse.
Mi primera capa es de mi autoimagen la cual está basada en lo que "debería" ser a partir de la familia, de la escuela, del dinero, de la fama e infinidad de cosas más. Cuando descubro que no soy el que creía ser, entro en crisis porque no se quién soy. No soy una etiqueta, solo soy una persona.
Mi segunda capa es en la que descubro todo lo que no me gusta de mí; descubro que siento odio, envidia, celos. Sin embargo no sólo soy el que siente odio, envidia, celos, soy mucho más. Soy una persona.
Mi tercera capa es en la que me doy cuenta que no soy todo lo que pensaba, ni todo lo que no me gustaba. Aquí entro en un periodo de confusión, la cual es necesaria para poder llegar al centro de mí ser, a mi esencia.
Mi cuarta capa es cuando descubro que soy más de lo que imaginaba, es una etapa de mucha emoción, de reconocimiento, de amor y respeto hacia mí.
Mi quinta y última capa es mi ser interior, en el cual puedo entender y entenderme mejor. Es un lugar donde puedo concebir mi realidad desde un punto de vista más objetivo y sin tanto sufrimiento, en donde me acepto a mí, a las personas, a las situaciones, tal cual son, sin juicio.
Si esta experiencia de vivirme en mi esencia la logro, voy a transmitirla en mi entorno, logrando que desarrollen recursos para enfrentar las vicisitudes de la vida, y entonces habré logrado ser yo, conocerme, respetarme y valorarme"... Magdalena LR
Cuando vivimos una crisis en nuestra vida es justo una oportunidad de aprender lo que la vida nos quiere decir. Siempre tendrás la oportunidad o el peligro de la crisis, tú eliges. Uno conlleva al crecimiento, otro puede paralizar. Entre menos capas de cebolla tengas, más fácil será escuchar la voz de la vida que solo quiere lo mejor para ti.
¡Haz de este 2010 un año de oportunidades! En tus manos está.
Alguna vez intenté buscar respuestas rápidas ante incógnitas enormes. Me viví queriendo saber más de mí a través de la magia, de los libros express, de las respuestas instantáneas.
En aquella época no sabía que buscaba, solo percibía un dolor inmenso que quería dejar de sentir. Sabía lo que ya no quería ser, más no sabía quién quería ser, y mucho menos quien era en realidad. Alguien me recomendaba psicoterapias una y otra vez, y yo sabía que eso implicaría tiempo, lejanía de un bienestar y sobre todo tener que contar mi historia.
Pasó mucho tiempo para entender lo que hoy te propongo entender. Entendí que los tiempos son relativos y son momentos de cada uno, son pausas y recorridos que cada uno sabe a qué velocidad generar. Mi tiempo fue suficiente. Fue el tiempo que tenía que transcurrir para darme cuenta quien era Hoy.
Un día leí parte de un texto que una persona que quiero y admiro dejó sobre mi escritorio: "PELANDO LA CEBOLLA", enmarcaba el título de dicho texto.
"Si me viera como una cebolla, podría entender mis corazas y saber que yo soy parte de un proceso de quitar capas para llegar una esencia plena, en donde se logra ser uno mismo, conocerse, respetarse y valorarse.
Mi primera capa es de mi autoimagen la cual está basada en lo que "debería" ser a partir de la familia, de la escuela, del dinero, de la fama e infinidad de cosas más. Cuando descubro que no soy el que creía ser, entro en crisis porque no se quién soy. No soy una etiqueta, solo soy una persona.
Mi segunda capa es en la que descubro todo lo que no me gusta de mí; descubro que siento odio, envidia, celos. Sin embargo no sólo soy el que siente odio, envidia, celos, soy mucho más. Soy una persona.
Mi tercera capa es en la que me doy cuenta que no soy todo lo que pensaba, ni todo lo que no me gustaba. Aquí entro en un periodo de confusión, la cual es necesaria para poder llegar al centro de mí ser, a mi esencia.
Mi cuarta capa es cuando descubro que soy más de lo que imaginaba, es una etapa de mucha emoción, de reconocimiento, de amor y respeto hacia mí.
Mi quinta y última capa es mi ser interior, en el cual puedo entender y entenderme mejor. Es un lugar donde puedo concebir mi realidad desde un punto de vista más objetivo y sin tanto sufrimiento, en donde me acepto a mí, a las personas, a las situaciones, tal cual son, sin juicio.
Si esta experiencia de vivirme en mi esencia la logro, voy a transmitirla en mi entorno, logrando que desarrollen recursos para enfrentar las vicisitudes de la vida, y entonces habré logrado ser yo, conocerme, respetarme y valorarme"... Magdalena LR
Cuando vivimos una crisis en nuestra vida es justo una oportunidad de aprender lo que la vida nos quiere decir. Siempre tendrás la oportunidad o el peligro de la crisis, tú eliges. Uno conlleva al crecimiento, otro puede paralizar. Entre menos capas de cebolla tengas, más fácil será escuchar la voz de la vida que solo quiere lo mejor para ti.
¡Haz de este 2010 un año de oportunidades! En tus manos está.
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