Fin de la jornada laboral
Alrededor de las 14:30 horas, Luz María Perusquía se despide de sus compañeros. Es hora de ir a casa. Recorre el aeropuerto en compañía de otra orientadora, Jessica Olvera, de 21 años, quien dejó la escuela, los amigos y la fiesta cuando a los 18 años le detectaron un tumor maligno en la columna vertebral.
Jessica se sometió a tratamiento, perdió el cabello y, finalmente, dejó de caminar. Recuperó la confianza en sí misma cuando conoció la Fundación Humanista de Ayuda a Discapacitados, que trabaja en equipo con Vida Independiente y Eulen. Este trío ha logrado que el proyecto de orientadores en silla de ruedas funcione en el aeropuerto: “Ahí me ayudaron a levantar mi autoestima, a saber que una discapacidad no es el fin del mundo”, recuerda Jessica, quien casi siempre tiene una sonrisa en la boca.
Jessica se despide de Luz María con un beso en la mejilla en la entrada del metro Terminal Aérea. Ahí esperará alrededor de diez minutos un autobús con rampa, con la esperanza de que haya al menos tres hombres que se ofrezcan a cargarla para bajar las escaleras del metro, ya que este sistema de transporte no tiene rampas. Normalmente la ayudan los vendedores ambulantes, pero el día de la entrevista no estaban, pues al parecer hubo operativo y los quitaron.
En el vagón platica con una conocida del trabajo mientras llegan a la estación del metro Oceanía donde, de nuevo, debe pedir ayuda a otros tres hombres para salir. En media hora estará en su casa, donde vive con su mamá, su hermano y sus dos hijos
Pulsos
Desde febrero de 2009, el Grupo Eulen ofrece un servicio de atención telefónica a distancia a grupos vulnerables como enfermos crónicos, adultos mayores y gente que vive sola en la ciudad de México. El servicio se llama Pulsos, y los 17 teleoperadores son personas con discapacidad.El promedio de atención es de mil 600 clientes y el servicio funciona de la siguiente manera: se instala en el domicilio del usuario un aparato de telecomunicaciones que tiene un pulsador, el cual puede presionar cuando tenga necesidad de compañía, pase por un cuadro depresivo o se presente una emergencia por accidente.Si el usuario no pulsa, los teleoperadores le hacen llamadas cada día para recordarle que debe tomar sus medicinas, que tiene citas médicas o simplemente para saber cómo está. En caso de ser necesario, le envían atención médica.
Cultura de no discriminación
Desde el año 2008, el Conapred ha reconocido 25 empresas públicas, privadas y organizaciones civiles de todo el país que deciden instrumentar una Cultura de la No Discriminación.
Tipos de discriminación
Además de la discapacidad motriz, muchas empresas e instituciones discriminan por la edad, el género, la apariencia, la condición de salud, la condición económica, la condición social, el embarazo, el estado civil, la lengua, el origen étnico, la preferencia sexual, la religión y el lugar de nacimiento.
El artículo completo lo pueden leer aquí:
http://www.magis.iteso.mx/
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